El impulso a la cultura del trabajo requiere la participación fundamental de los empresarios. La demanda laboral de oficios es el disparador de cualquier proyecto de inclusión y de promoción de los valores humanos vinculados al trabajo y al esfuerzo y es el motor de arranque de cualquier política pública para reemplazar los planes sociales por trabajo genuino y registrado para lo cual el Estado debe otorgar más incentivos. Pero la decisión definitiva la tienen los empresarios grandes, los Pymes y los microemprendedores.
Esto se ve claramente en la campaña del Movimiento por los Valores de la Argentina por la Cultura del Trabajo. Con ese motor de arranque, se pueden integrar en forma virtuosa las fundaciones y escuelas de formación laboral, que aportan capacitación técnica oficios y educación actitudinal; la población interesada en lograr la inserción, y el Movimiento por los Valores de la Argentina que establece las vinculaciones entre la demanda y la oferta, la intermediación.
Con la integración y la cooperación mancomunada de todos los actores, se pueden lograr beneficios inesperados para un objetivo común, la inserción laboral y la cultura del trabajo. El reemplazo de los planes sociales por el empleo registrado. Como dijo Bernardo Beade, nuevo trabajador de la Capital Federal que viajó a San Rafael: “Si nos ayudamos entre todos no nos para nadie”. Frase que asume el Movimiento por los Valores de la Argentina:
«SI NOS AYUDAMOS ENTRE TODOS
NO NOS PARA NADIE»
Bernardo Beade, electricista industrial
En la corta experiencia del Movimiento por los Valores de la Argentina sobresalieron por su vocación de colaborar con el país y con estos principios e ideales las figuras de varios empresarios que consideran que deben combinar su plan de negocios con una visión de país integrado y que en sus manos tienen una herramienta clave para terminar con los planes sociales que provocan pobreza y achatamiento de la dignidad.
Son ellos Carlos Vilariño, de Textilcom de Villa Soldati; Roberto Piastrellini, de Uller Servicios Frigoríficos, de San Rafael, Mendoza; Juan Shrewsbury, de la carpintería JS, de Los Polvorines, Don Torcuato, y Carlos Bedoya, de un taller de chapa y pintura en Pilar.
Además, colaboraron la empresa Peabody, de electrodomésticos; Enobra, de construcción; Talleres Contartese, textil; Talleres Maipú, de mecánica, y B&Sit, una consultora en tecnología. Todos ellos son los nuevos patriotas silenciosos que apuestan para su negocio pero también para cambiar la realidad.
Carlos Vilariño siempre señaló que “los postulantes que llegan de una ONG con formación laboral y actitudinal tienen mucha más formación que aquellos que llegan de los planes sociales” y por eso ya contrató en Textilcom a 49 jóvenes de distintas fundaciones de la red del Movimiento por los Valores de la Argentina y todavía está entrevistando a más con sus directivos de Recursos Humanos, al margen de otras 150 contrataciones que hizo en Villa Soldati. Entre ellos, incorporó a Inés Gallardo, de 52 años, que ya creía que estaba grande para conseguir trabajo registrado.
Roberto Piastrellini, de Uller de San Rafael, señaló que “tenemos que darles oportunidad a las personas adultas porque ellos también pueden trabajar y no podemos condenarlas a que ya no sirven, es un error”. Y por eso contrató a Bernardo Beade, de 57 años, electricista industrial, que estaban cobrando un plan social de la Ciudad y comía en una olla popular en Plaza de Mayo hasta que Lucas Dalbagni lo contactó con Borja Mesones, del Movimiento, que le encontró el empleo.
Tambien Juan Shrewsbury, de la carpintería JS de Los Polvorines, señaló: “Y viste… Al principio tenés alguna duda, pero en un momento dije: no, hay que dar oportunidades si no esto no se revierte más”. Y por eso incorporó en su taller a Juan Carlos Baccarini, un ex convicto del penal 48 de San Martín, que egresó el sábado 21 de enero del programa de Los Espartanos con una notable recuperación en los valores y el 6 de febrero ya estaba trabajando junto a sus otros tres empleados. Ahora los empleados, Luis, Gabi y Nicolás, colaboran con Juan Carlos y le enseñan los detalles de la carpintería. Otra vez: Si en la Argentina nos ayudamos entre TODOS, no nos para NADIE.
